viernes, 16 de septiembre de 2016

D1. ALGO DE ARTE Y MONUMENTOS (Faltaría más)

LOS MUSEOS

(Antes de empezar, conviene situar los principales museos. Son de visita más que recomendada y conocerlos puede ayudar a planificar el recorrido por la ciudad.






• Iglesia Museo Nazionale di San Martino

(Puede accederse a él en funicular o en autobús)

Se sitúa en la Cartuja de San Martino, en lo alto del peñasco que domina la ciudad. Sólo por su emplazamiento, merece la pena dedicarle un rato. Pero la realidad es que la Cartuja ofrece mucho más. La iglesia, con mármoles y filigranas es de gran belleza y una muestra del mejor barroco napolitano. La capilla del tesoro, la sacristía con sus preciosos trabajos en marquetería, el claustro blanco y de proporciones elegantes, los miradores sobre el llano… están llenos de atractivos. Además, la cartuja guarda una excelente colección de pintura y escultura (Ribera, Luca Giordano, Bellini), una magnífica muestra de figuras de pesebre tan características del arte de la ciudad y una singular selección de embarcaciones reales de líneas estilizadas y gráciles.

• Museo/Palacio de Capodimonte

Está situado a las afueras de la ciudad en un gran palacio rodeado de un parque. Por supuesto, la manera más cómoda de llegar hasta él es en taxi, pero existen autobuses que acceden a él desde el centro.

El palacio, enorme, fue construido en el siglo XVIII Construido por orden de Carlos VII, rey de Nápoles y Sicilia, bajo la dirección de Giovanni Antonio Medrano, también responsable del monumental Teatro San Carlos de Nápoles.. Carlos III de Borbón lo convirtió en museo privado para guardar las colecciones heredadas de su madre Isabel de Farnesio. Luego sirvió de residencia a José Bonaparte y a Murat y a los duques de Aosta que lo abandonaron al término de la Segunda Guerra Mundial. Diez años después se abría al público como museo.

Su pinacoteca posee obras de primerísimo interés (Boticelli, Rafael, Tiziano, El Greco, Ribera), sus salas dedicadas a la cerámica constituyen una delicia por su exquisita elegancia lo mismo que las piezas de artes decorativas y que las salas de los apartamentos reales.

• Museo Arqueológico Nacional

(Piazza Museo, 19, en el borde del centro histórico)

Es seguramente el museo más visitado de Nápoles y uno de los museos de escultura más importantes del mundo. Levantado en 1777 por Fernando IV, fue aquí donde se depositó la célebre colección Farnese iniciada en 1547 por el que sería el papa Pablo III en plena fiebre del Renacimiento. Y sirvió también para guardar lo mejor de los descubrimientos (esculturas, mosaicos, pinturas) que a lo largo del tiempo se harían en Pompeya y Herculano, además de las piezas de otras grandes colecciones (Medici, Borgia) que contribuirían a dar a los fondos del museo un valor excepcional.


• Museo Nacional de Cerámica Duca di Martina

(Via Cimarosa, en la colina de Volmero) Nápoles brilló por su producción de cerámica. Las porcelanas de las fábricas de Capodimonte y de Nápoles (s. XVIII) se codearon con las grandes fábricas francesas y sajonas.

Fue Fernando I quien a principios del XIX construyó la Villa Floridiana para su mujer, en estilo neoclásico, en medio de un bello jardín y con las mejores vistas sobre la ciudad. En esta mansión se aloja ahora el Museo Nacional de Cerámica cuyas 6.000 piezas representan, además de la producción napolitana, los trabajos en porcelanas, esmaltes, cristales y marfiles de distintas procedencias tanto europeas como orientales.


EL CENTRO, CENTRO

Lo compone la Piazza del Plebiscito y sus alrededores. Es la parte más solemne de la ciudad, de espacios más abiertos y la más monumental. Es de visita obligada porque en sus inmediaciones hay numerosos lugares de interés.


Piazza del Municipio

Antes conocido como Largo del Castello,debe su fama a la presencia de Castillo Nuevo, mientras que en el lado oriental se encuentra la Teatro Mercadante. La plaza está situado cerca del puerto y, históricamente, fue el escenario de la salida en masa de gran tamaño (los emigrantes que llegaron en Nápoles a la izquierda de la Américas).


Piazza del Plebiscito

Ubicada en el corazón de la ciudad, con una superficie de unos 25.000 metros cuadrados, a la plaza se asoman algunos de los edificios históricos más importantes de Nápoles. Se encuentra justo delante del Palacio Real, en el cruce de importantes calles.

Además, dicen que tendrás suerte (se sabe que los napolitanos son muy supersticiosos) si consigues andar, con los ojos vendados, desde el Palacio Real hasta las estatuas de los 2 caballos.


Palacio Real

Es un edificio enorme, de arquitectura clásica con mármoles y dorados en su interior -muchos de ellos de cartón piedra. Fue iniciado en el año 1603 por el virrey de Nápoles, el Conde de Lemos, en previsión de una posible visita del rey Felipe III de España a la ciudad que no se llegó a hacer nunca. El proyecto inicial fue encargado al arquitecto Domenico Fontana. Debió restaurarse a conciencia en 1837 tras un incendio. El interior es monumental y se visita. Como tantos palacios tiene una entrada y una escalera monumental, aposentos diversos, un pequeño teatro de corte, capilla... y tiene decoraciones de frescos, pinturas y muebles de valor acumulados a lo largo de la época borbónica y de los gobiernos de Napoleón.


Teatro de San Carlos

Es el teatro más importante de Nápoles y uno de los más famosos del mundo. Inaugurado el 4 de noviembre de 1737, es el más antiguo teatro de ópera activo del mundo. Por sus dimensiones y estructura, ha sido el modelo de los siguientes teatros de Europa. Está abierto al público en visitas organizadas. Interesará a los amantes de la ópera que verán en él uno de los famosos teatros de Europa. En su época fue considerado una maravilla y lo siguió siendo después de la reconstrucción de 1817 tras un incendio también. Quienes no sientan un fervor intenso por el género lírico y por sus mitos lo más probable es que encuentren la visita guiada y las explicaciones demasiado largas.


Galería Umberto I

Se construyó alrededor de 1890, en la época en que las galerías comerciales con techos acristalados y decoración opulenta se pusieron de moda en Europa y no podían faltar en ninguna capital que se preciara. Era un lugar de encuentro donde se instalaban pastelerías de lujo, las mejores tiendas y cafés elegantes donde ver y ser visto. La estudiada decoración, la unidad arquitectónica, el mármol en el suelo, la altura de la gran bóveda central y el conjunto de cristaleras de la cubierta mantienen todo el interés de la galería, sin duda muy bella y animada siempre.


Café Gambrinus

No tiene, la arquitectura de los monumentos señalados hasta ahora. Pero para la ciudad es un clásico y entre sus clientes se recuerdan todavía los nombres más sonados de la música y la literatura italianas y europea -Maupassant, Oscar Wilde... Aún ahora, tomar en sus salones un café con avellana y chocolate -una especialidad del local- o unas 'sfogliatelle' típicas de Nápoles es un ritual que merece la pena.


Via Chiaia

Alargada y tortuosa, arranca del mismo Café Gambrinus. Es una calle animada, comercial, con tiendas elegantes y con algún edificio -como el teatro Sannazaro- que ha quedado como lo mejor de la arquitectura napolitana del XIX.


El Castillo Maschio Angioni

También conocido como Castel Nuovo Se encuentra al otro lado del Palacio Real. Conocido también como Maschio Angioino, fue construido entre 1279 y 1282 por Carlos I de Anjou y transformado en época de Alfonso de Aragón por el catalán Sagrera. Aquí se alojó Boccaccio, invitado por el rey francés, aunque es poco probable que fuera el lugar donde escribió el Decamerón, como sugieren algunos. El castillo posee cinco torres que son los puntos de unión de las gruesas murallas (Torre di Guardia, Torre di Mezzo, Torre di San Giorgio, Torre del Beverello y Torre dell'Oro), y un arco de triunfo de mármol. El hermoso Arco de Triunfo que ennoblece la entrada destaca entre las dos potentes torres de la fachada. Sobre el arco inferior se representa la entrada triunfal de Alfonso el Magnánimo en Nápoles.


EL BARRIO ANTIGUO

Via Toledo

Hay que empezar hablando de ella porque arranca desde la misma Galería Umberto I y penetra en la ciudad vieja cumpliendo el papel de 'calle mayor'. Por supuesto es una calle comercial y al mismo tiempo popular. Bancos, instituciones y tiendas se suceden y justifican la animación que la caracteriza. Pero no hay que buscar en ella a las grandes marcas o al lujo venido de otros lugares. Lo que hay aquí es puro napolitano. Por cierto la calle se llama via Roma, pero mantiene para todo el mundo el nombre que recuerda al que fue -en el sXVI- virrey de la ciudad D. Pedro Álvarez de Toledo.Es también un reclamo turístico, podemos encontrar el Palacio Doria d'Angri, el Colonna di Stigliano, la iglesia de Spirito Santo, el acceso este al la Galleria Umberto , etc.


Guglia dell’Immacolata

L’Obelisco dell’Immacolata è il più famoso degli obelischi della città. All’inizio era un monumento equestre a Filippo V. La splendida guglia barocca dedicata all’Immacolata venne innalzata nel 1747 per volere dei Gesuiti grazie ad una colletta pubblica.


Castello Sant'Elmo  

Domina desde lo alto de la colina del Vomero desde 1275 por obra de Carlos I de Anjou. Fue completamente restaurado entre el 1538 y el 1546 por el ingeniero valenciano Pedro Luis Escrivá, siendo Virrey Don Pedro de Toledo. La base que anteriormente era cuadrada, desde entonces tiene forma de estrella.


Palazzo dello Spagnolo

Palazzo dello Spagnolo fu costruito nel XVIII secolo per volere del marchese Nicola Moscati. Splendida è la scala a doppia ram-pa ad “ali di falco” presente all’interno realizzata da Ferdinando Sanfelice, architetto, pittore e nobile italiano di epoca barocca, attivo a Napoli. Egli pensò il progetto come una sorta di luogo di incontro. Meravigliose sono anche le decorazioni in stucco. Prende il nome da Tommaso Atienza, che acquistò l’edificio: era soprannominato lo Spagnolo.


Spaccanapoli

Es a la derecha de via Toledo donde se encuentra la parte principal del barrio viejo. Y es la llamada Spaccanapoli la calle que la atraviesa de lado a lado.

El verbo "spaccare" (hendir) sirvió para nombrar una de las vías más pintorescas de la ciudad antigua. Aunque ahora es difícil encontrarla por este nombre en los mapas porque a medida que discurre adquiere denominaciones distintas por las que se la conoce hoy: via Benedetto Croce, via San Biagio ai Librai, via Vicaria Vecchia ...

Es el corazón de la primitiva población romana, compuesta hoy por calles estrechísimas e irregulares. La actividad comercial, la vida familiar, todo se hace en plena calle, que viene a convertirse en un continuo espectáculo: el limpiabotas, el vendedor de números de lotto (uno de los juegos más apreciados por los napolitanos), el puesto de limones y de zumos, las minúsculas pizzerias, los talleres de artesanos, la famosa ropa tendida o el chiquillo que venderá cualquier cosa que tenga a mano son algunos de los personajes y de los elementos del decorado que no pueden faltar.


Iglesia del Gesù Nuovo

Preside la plaza del mismo nombre, el único ensanchamiento amplio y que merece el nombre de plaza en todo el barrio. Se trata de la iglesia que fue construida por los jesuitas. Se llama "Jesús Nuevo" . La iglesia, fue comenzada a construirse en 1584, bajo la dirección del arquitecto jesuita Giuseppe Valeriano. Fue terminada en 1601, y fue dedicada al Nombre de Jesús y a la Inmaculada Concepción de María.

La iglesia, con una llamativa fachada de almohadillados, perteneció al palacio Sanseverino (1470). Si el exterior no pasa desapercibido, el interior es todavía más sonado y vale la pena detenerse un momento en él. La decoración en mármoles de colores tanto en suelo como en pilares, los dorados y los frescos componen un bello espectáculo.


Monumento Nazionale dei Girolamini

Frente al Duomo. Excepcional aunque es poco conocido. Destaca sobre todo la iglesia, aunque también hay una interesante pinacoteca y un bonito claustro. Debéis visitarlo aunque cuesta 5 € la entrada, pero merece la pena.


Iglesia de Santa Clara

Forma parte de las visitas obligadas en Nápoles y lo cierto es que resulta agradable dar un paseo por ella y sobre todo por el claustro que padece, sin embargo, la excesiva aglomeración de turistas.

El aspecto actual de la iglesia corresponde a la primitiva construcción gótica. No siempre fue así. Los bombardeos de 1943 la despojaron de los aditamentos barrocos que en el s.XVIII pretendían embellecerla de acuerdo con los gustos de la época. El interior es amplio y majestuoso, pero es el claustro lo que más llama la atención con sus emparrados y los bancos y columnas cubiertos de mayólicas con escenas campestres y populares de lo más campechanas.


Basilica San Francisco de Paula  

La Basílica de San Francisco de Paula es una de las mayores iglesias de Nápoles. Está ubicada en el hemiciclo de Plaza del Plebiscito, frente al Palacio Real. Se trata de la más importante iglesia italiana del período neoclásico. Es seguramente uno de los edificios más visitados de Nápoles.

È la più importante chiesa neoclassica italiana e, per la forma circolare, ricorda il Pantheon di Roma. E’ al centro del colon-nato di stile neoclassico voluto da Gioacchino Murat. Iniziata nel 1816 e completata nel 1836, fu edificata per volere di Ferdinando IV di Borbone come ringraziamento a San Francesco di Paola per la riconquista del Regno. Si possono ammirare tele di Luca Giordano, Pietro Benvenuti e l’altare maggiore decorato con pietre preziose.


Basílica de San Domenico Maggiore

Se sitúa en un plano alto respecto a la calle y en una posición desencajada. La verdad es que invita poco a subir la escalinata que le da acceso y que el interior no despierta grandes emociones. Pero fue el templo predilecto de la nobleza napolitana en el Renacimiento, como prueban los enterramientos de algunos nobles aragoneses que se conservan en la sacristía. Con todo, lo más importante, a la izquierda del altar mayor, es una flagelación de Caravaggio, también una anunciación de Tizziano y, en la tercera capilla a la derecha de la nave, un crucifijo que la leyenda asegura habló a santo Tomás de Aquino.


Capilla de San Severo

Es otra de las atracciones de Nápoles a la que acuden masas de turistas. Está en la via De Sanctis, 19, a muy poca distancia de la via San Biagio. Es una capilla al norte de la iglesia de San Domenico Maggiore, en el centro histórico de Nápoles, Italia. Su origen data de 1590, cuando John Francesco di Sangro, Duque de Torremaggiore, después de recuperarse de una enfermedad grave, tenía una capilla privada,

Tiene el sabor morboso de la muerte -fue la capilla funeraria de la familia Sangro- y juega con la leyenda de que uno de los Sangro era masón y andaba envuelto en oscuros experimentos científicos. La capilla fue ricamente decorada por escultores napolitanos del settecento. Ninguna de las piezas es una obra maestra, aunque alguna de ellas es de un virtuosismo sorprendente. El caso es que el conjunto vale la pena por su efectismo y por la bella combinación entre los colores ocres y negros de muros y suelos y el blanco marmóreo de las estatuas.


Basilica de San Lorenzo 

Se encuentra en el centro geográfico exacto del centro histórico de la antigua ciudad griega-romana, en la intersección de la calle San Gregorio Armeno y la Via dei Tribunali. El nombre de "San Lorenzo" también puede referirse al nuevo museo abierto ahora en las instalaciones.

Carlo d’Angiò nel 1270 sovvenzionò la ricostruzione della chiesa e del convento; il risultato fu uno straordinario esempio dello stile gotico francese. In seguito ai terremoti, subì modifiche in stile barocco, ora cancellate, eccetto la facciata di Ferdinando Sanfe-lice. Da ammirare: l’abside poligonale con volte a crociera, il Se-polcro di Caterina d’Austria e il Cappellone di S. Antonio, opera barocca di Cosimo Fanzago.


Basilica di San Paolo  

Situada en Piazza San Gaetano , el antiguo centro de la ciudad. La basílica fue construida sobre las ruinas del templo de Castor y Pollux de los cuales hay dos columnas de orden corintio con sus dinteles que caracterizan la fachada principal.


Basilica di Santa Maria del Carmine Maggiore (Iglesia del Carmen)

Situada en la zona donde ocurrió la revuelta de Masaniello en 1647 durante la cual se cuenta que ocurrió un milagro: un proyectil entró en la iglesia directo contra la cruz de Cristo, pero Jesús cambió el curso del disparo dañando solo la corona de espinas.


Catredral Duomo di San Gennaro. Via Duomo.

La catedral de Nápoles (Duomo di Santa Maria Assunta) es el principal edificio de culto de Nápoles. Asume una importancia central en el plano histórico, pues, probablemente, en la antigüedad, en su sitio se erguía un templo dedicado al dios Apolo.

Por supuesto los mitos son los mitos y una visita a San Genaro parece obligada. Construida en el s.XIV, la catedral parece un poco pastiche. Además de los restos originales en el portal central, la fachada es del XIX y el interior barroco. La suntuosa capilla de San Genaro, obra típica del barroco napolitano posee una magnifica puerta de bronce, varios frescos de Domenichino y el busto del santo en plata. En el sagrario, detrás del altar, se conservan las ampollas con la sangre de San Genaro, que se licúa cada año en mayo y en septiembre, constituyendo un gran acontecimiento religioso en la ciudad.

La malas lenguas cuentan que cuando Napoleón impuso a Nápoles su gobierno, los franceses, más racionalistas y menos creyentes que los napolitanos, colocaron las ampollas ante un cañón y aseguraron que dispararían si la sangre no se licuaba. Parece que el Santo obró el milagro de licuar la sangre y satisfizo a todos. Los napolitanos dejaron a los franceses con las ganas de llevarse por delante a su venerada reliquia y los franceses pusieron a las claras quién llevaba el mando en la ciudad.



AL BORDE DEL MAR  

Menos monumental, menos intensa, más abierta y distendida se muestra Nápoles en su fachada marina cuando se discurre hacia el oeste.


Fontana del Gigante

E’ una splendida fontana risalente agli inizi del Seicento, pro-gettata dal Bernini e dal Naccherino. I due nomi derivano dalle posizioni originarie: vicino al Palazzo Reale (dove c’era la statua del Gigante) prima, e al molo, nei pressi della costruzione detta dell’Immacolatella, poi. Questa struttura trovò la collocazione de-finitiva e attuale solo nel 1905. Sugli archi troviamo tre stemmi: quello del viceré, quello del re e quello della città.


El Castel dell'Ovo 

Marca el inicio de este recorrido que pone de relieve que existe otra ciudad y que ofrece al visitante la oportunidad de dar un agradable paseo. El Castel dell'Ovo, de época normanda, se sitúa en un islote unido a tierra. Se encuentra ubicado en el islote de Megaride, dentro del golfo de Nápoles. La leyenda cuenta que un huevo escondido soporta la estructura del edificio. Los visitantes pueden apreciar, la estructura defensiva, así como su terraza con cañones y la villa .

A su lado, se encuentra un pequeño puerto -el de Borgo Marinaro- donde conviven -en el agua- los barcos de pesca y -en tierra- los cafés y restaurantes que ofrecen la posibilidad de tomar unos espaguetis o un buen pescado. Tiempo atrás, la proximidad al barrio de Santa Lucía hacía de estos establecimientos un lugar predilecto de los napolitanos. Hoy siguen acudiendo a ellos familias de la ciudad o grupos de amigos que dan un toque de ambiente local, aunque buena parte de la clientela la aportan los turistas.

Bordeando el mar, se encuentra muy pronto el puerto de la Mergellina, y siguiendo el paseo se llega al pie de la colina de Posillipo, una pequeña elevación llena de historia. En ella construyeron sus villas los nobles napolitanos y en las orillas se abrieron los balnearios más selectos.

Pero atención, quienes en lugar seguir la línea de mar prefieran los ambientes más urbanos, podrán verse satisfechos derivando hacia la Riviera di Chialla, donde Nápoles recupera su condición barroca en versión elegante y dedicándole un momento a la Pizza dei Martiri, llena de bares y de restaurantes, y a las callejuelas de sus alrededores.


Palazzo Salerno  

Destinado originalmente para los cadetes reales de la corte de Nápoles y utilizado como residencia del ministro de estado de los monarcas de Borbón. Hoy sirve de jefatura del ejército de Italia meridional.


Nápoles Subterránea

Nápoles está construida sobre ruinas antiguas y, por debajo de sus iglesias y mercados se encuentran restos de catacumbas, templos griegos, teatros romanos, acueductos y enormes cuevas vacías. Las primeras excavaciones se remontan a la era prehistórica. Más adelante, los Griegos extrajeron grandes cantidades de piedra para construir los muros y templos de la ciudad, y los Romanos siguieron creando acueductos y túneles de conexión que se usaban como calles. En el siglo XVII se levantó un nuevo acueducto que, tras su cierre en 1884, dejó varios kilómetros de túneles y cisternas subterráneos vacíos. Muchos de los pasillos se convirtieron en refugios antiaéreos durante la Segunda Guerra Mundial, y luego se abandonaron y usaron como vertederos para los escombros de los edificios. Cuarenta metros por debajo de las animadas y conocidas calles del centro Histórico de Nápoles hay un mundo diferente, inexplorado, detenido en el tiempo, pero profundamente conectado con el mundo de la superficie. Es el corazón de Nápoles, y el lugar donde nació la ciudad. Visitarlo es viajar al pasado, a un mundo con 2.400 años de antigüedad. Cada acontecimiento histórico, desde la fundación de Neopolis a las bombas de la Segunda Guerra Mundial, ha dejado su impronta en los muros de toba amarilla, el alma de Nápoles, y la piedra con la que se construyó la ciudad.

Es un complejo de túneles y cuevas excavadas en la toba volcánica situada en el subsuelo. Hay muchas formas en especial de la arquitectura y ambientes clásicos, griegos y romanos. Nápoles está construida sobre una capa de roca y cenizas volcánicas compactas, porosa y fácil de manipula. Es una ciudad real bajo el suelo y un verdadero viaje de 2.400 años en el tiempo.

En la época romana, muchos cristianos que eran perseguidos, se refugiaban en estas catacumbas En la actualidad se aprovechan estas catacumbas con fines turísticos.

El recorrido dura aproximadamente una hora y media. Hay 2 tipos de asociaciones que hacen la visita:

- una con sede en Piazza S. Gaetano (napolisotterranea)
- y otra junto a la Piazza Triste Trento (lanapolisotterranea)

Las excursiones los sábados y domingos se realizan a las 10, 12,14, 16 y 18h. Duran 1h 30min.

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